Las inversiones deben mirarse al menos en dos dimensiones: retorno y riesgo. Para obtener mayores retornos, debemos asumir por lo general mayores riesgos. Se dan situaciones, sin embargo, donde se pueden lograr momentáneamente retornos por encima de los riesgos que se asumen. Eso que en finanzas se suele llamar “arbitraje”, en la jerga periodística se suele llamar bicicleta financiera o carry trade.
Pero a veces, muchas veces, el término es mal empleado porque no tiene en cuenta todos los riesgos que implica hacer la operación.
El caso mas común y popular estos últimos dos años fue el de las colocaciones en LEBACS. Un tipo de cambio que se mantuvo mas o menos estable y una tasa de las Letras que emite el Banco Central (LEBACS) en el orden de entre el 25 y 30% hizo que quienes invirtieron pensando su rentabilidad en dólares les diera como resultado una rentabilidad en dólares muy elevada. Siempre y cuando, hayan estado invertidos en períodos donde la cotización del dólar no se moviera mucho.
Imaginemos que la tasa de LEBACS fuera 25%. Para ganar ese 25% en dólares con LEBACS como titularon varios diarios a lo largo del año pasado, el tipo de cambio peso dólar no tiene que cambiar mientras mantenemos nuestra inversión en Lebacs (que es una inversión en pesos).
Si el tipo de cambio sube, la rentabilidad que logramos medida en dólares ya no es 25% sino que será menor.
Para que la operación sea considerada una bicicleta, deberíamos tener certeza de que el tipo de cambio no va a cambiar, o va a cambiar dentro de un rango en el cual nos permite realizar una tasa en dólares superior a la que nos daría una colocación a plazo fijo u otro tipo de inversión de bajo riesgo realizada en dicha moneda.
¿Puede lograrse esto? Por supuesto, contratando un seguro de cambio (Futuros de Dólar) para tener certeza de a qué tipo de cambio podremos recomprar los dólares cuando venza nuestra colocación en LEBACS (en pesos). Como todo seguro, tiene un costo… por ende sólo habrá bicicleta financiera si la tasa en pesos es excesivamente elevada comparada con el costo de contratar el seguro de cambio.
Tomar en cuenta el efecto que tiene el riesgo cambiario es fundamental: sin certeza cambiaria no podemos hablar de que la inversión sea una bicicleta financiera. Lo que estaríamos haciendo es apostando al peso y esperando que el dólar no suba demasiado.
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